Los botánicos japoneses que apoyan el enebro se destilan individualmente antes de ser mezclados en un espíritu de sabor refinado.

La cáscara refrescante de yuzu, la aromática hoja de shisho, el sésamo blanco tostado y la especia de pimienta Sansho se seleccionan cuidadosamente para crear una ginebra seca y crujiente con notas verdes que capturan perfectamente la sutileza aromática del paladar japonés.