Ambos susurran secretos y aúllan de alegría. A veces responden con la sutileza de un cuchillo que sale de su guarida: la liga. Otras veces son tan codiciosos que derriten los adoquines. Ciertos días curan y restañan heridas, ciertas noches son cómplices de desgarrar las carnes de quienes se acercan demasiado. O se lo beben con avidez, de un trago, o se lo chuchuran gota a gota, con toda la calma del mundo. Así son estos Hot Lips. Nos acusan de ser imprudentes y demasiado ardientes. Quizás sea cierto, para los amantes del domingo y para los que beben más por la boca que por dentro. Esta historia no tiene una trenza a la ventana de la doncella, tiene toda una escalada de hechos con un cuerpo redondo, sangre, rojo y lágrimas que piden más.

Hot Lips es un vino caliente que presenta intensidad en la fruta roja, lo que lo hace inmediatamente irresistible. En boca tiene una entrada suave con un tanino fino y elegante. Es un vino joven con tendencia a mucha frescura. Su armonía frutal lo convierte en un vino apetitoso en nariz y goloso en boca. Hot Lips acompaña gallardamente platos más tradicionales, sin exagerar las especias.