La belleza de perderse en las delicadas notas de J.Rose es sumergirse en aromas refinados que liberan aromas de preciosos botánicos y saltan de la nariz al paladar.

En nariz es cálido y punzante. Los delicados aromas cítricos de la bergamota y la cáscara de mandarina son refrescantes y proporcionan un equilibrio suave y sedoso. El aroma de las flores de tuna salta de la nariz al paladar y libera un sabor afrutado. La esencia amaderada la da la corteza de roble, caracterizada por notas tostadas que evocan las de avellana y nuez.

En su graduación alcohólica del 43% destacan los nueve botánicos, lo que la convierte en una ginebra perfecta para los cócteles más exclusivos.