Maria Luísa... Si hay vinos que nos dejan boquiabiertos, ¡este es uno de ellos!

Con un color rubí profundo, hay matices carmín en el halo del vino. La nariz es impresionante. Para aquellos que aún no han tenido el privilegio de conocer el viejo viñedo que da origen a los vinos Maria Luísa, imaginen una riquísima gama de ingredientes, de los cuales se exhala una inagotable profusión de aromas.

La "sinfonía aromática" comienza con una expresiva fruta roja del bosque, con una sugerencia de ciruela, frambuesa y fresa. Le siguen notas de especias típicas de los viñedos ancestrales del Duero, como el romero y puntuaciones de pimienta rosa. Los aromas complejos de maderas e incluso flores silvestres indican la generosa edad del viñedo, debidamente enriquecido por la enorme diversidad de variedades de uva que se encuentran en el terruño “Maria Luísa”.

La cata en boca consolida la verdadera expresión de lo que una viña vieja tiene que mostrar con más seriedad. Basta pensar en la considerable profundidad a la que se encuentran las raíces de una vid vieja, para sentir el deslumbramiento de saborear un tesoro único. La larga presencia en boca deja una huella de alto nivel en nuestra memoria. Los taninos bien integrados combinan estructura y elegancia en una simbiosis inigualable. Reaparece el componente frutal, en un torbellino de sabores que confirma una vez más la complejidad tan característica de una viña vieja.